El mundo de las herramientas es muy amplio, pero conocer cada uno de estos dispositivos y las tareas para las que puede resultarnos útil es esencial para llevar a cabo trabajos bien ejecutados de manera sencilla y eficiente.
Ya sea en proyectos de bricolaje a nivel aficionado, en trabajos profesionales de carpintería, en talleres mecánicos o en la industria, la herramienta a la que dedicamos este artículo es esencial para un resultado impecable.
¿Qué es un botador?
Dentro de las herramientas manuales para talleres, el botador es una pieza esencial.
Esta herramienta metálica consiste en un mango, de forma cilíndrica u octogonal, para un buen agarre, generalmente con acabado antideslizante, y un extremo también cilíndrico o cónico, que puede ser de distintos diámetros.
Son muy similares a los granetes y a los punzones, con la diferencia de que las puntas de estos suelen estar afiladas, mientras que en el caso de los botadores no es así.
¿Para qué sirve un botador?
Su aplicación más habitual se lleva a cabo en los talleres de carpintería y en talleres mecánicos, donde es una herramienta fundamental.
Sun función principal en un taller de carpintería es la de ocultar piezas de fijación mecánica, como clavos de cabeza perdida, para un mejor resultado estético.
Por su parte, en los talleres mecánicos, y también en la industria, se emplea para introducir o extraer pasadores.
¿Cómo se utiliza un botador?
Su uso es sencillo. En primer lugar, es importante determinar qué grosor es el adecuado para la tarea que se va a llevar a cabo, acorde con el pasador o tornillo con el que se vaya a trabajar.
Lo más habitual es colocarlo en posición y golpear con un martillo el extremo del botador para introducir la pieza o extraerla.
Este tipo de uso hace que resulte imprescindible que el material en el que está fabricado el botador sea resistente y no se resienta con los golpes.
Tipos de botadores
Como mencionamos anteriormente, hay varios tipos de botadores.
Por una parte, encontramos diferencias en la forma de la punta. En base a esta categoría, puede ser:
- Botador cilíndrico. El botador cilíndrico es especialmente útil para trabajar con pasadores. Ya sea para colocarlos en posición a través de perforaciones de tamaño reducido o para extraerlos, la forma cilíndrica y el tamaño adecuado de la punta facilitan la tarea.
- Botador cónico. Para trabajos que requieren especial intensidad, a menudo se emplean los botadores cónicos, que son más estrechos en la punta y se van ensanchando hacia el mango, con el objetivo de ofrecer una mejor resistencia.
Por otra parte, para cada tamaño de pasador o tornillo se debe emplear el mismo tamaño de botador, por lo que es habitual comprar herramientas de este tipo en juegos que incluyen piezas de distintos calibres.
Diferencias entre botador, granete y punzón
Los botadores, granetes y punzones son herramientas manuales ampliamente utilizadas, pero es importante saber reconocer sus diferencias y emplearlas siempre para su uso específico, con el objetivo de garantizar un buen resultado y evitar dañar tanto la herramienta como los soportes sobre los que se aplica.
En todos los casos, se trata de herramientas manuales pasivas, es decir, que requieren del uso de otra herramienta, en este caso de un martillo o un mazo.
La forma, igualmente, es muy similar, cilíndrica en la zona destinada al agarre y cilíndrica o cónica en la parte de la punta. Sin embargo, es en el extremo de esta donde se encuentra la diferencia: los punzones y granetes tienen una punta afilada en el extremo, mientras que los botadores no.
Los granetes y punzones se emplean, por lo general, para realizar marcas en chapas o maderas de referencia o para marcar la posición de las perforaciones antes de emplear el taladro, con el objetivo de conseguir agujeros rectos.
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